Plasencia: Historia Monumental, Puerta del Norte Extremeño

Situada a orillas del río Jerte, Plasencia es una de las ciudades más fascinantes de Extremadura, donde el pasado medieval convive con la vitalidad de una ciudad moderna. Fundada en el siglo XII como enclave estratégico en la Reconquista, su lema “Ut Placeat Deo et Hominibus” (“Para agradar a Dios y a los hombres”) resume a la perfección su esencia: una ciudad acogedora, monumental y llena de vida.

Su conjunto histórico-artístico es un auténtico tesoro. Las murallas medievales, las dos catedrales (la vieja románica y la nueva gótica-renacentista), sus palacios nobiliarios, iglesias, conventos y la plaza Mayor con su icónico “abuelo Mayorga” marcan un recorrido único por siglos de historia y arte.

Plasencia es también un punto de partida ideal para descubrir el norte de Cáceres: a pocos kilómetros se encuentran lugares como el Valle del Jerte, el Valle del Ambroz, el Parque Nacional de Monfragüe o la Vera, todos ellos de gran valor paisajístico y ecológico. Su ubicación la convierte en el centro neurálgico del turismo en la zona.

La ciudad ofrece además una rica vida cultural, con museos, eventos, festivales y una gastronomía que combina lo mejor de la cocina tradicional extremeña con toques de innovación. Las tapas en sus bares, el cabrito, las migas o el jamón ibérico son solo una muestra del sabor local.

Plasencia es una ciudad para pasear con calma, dejarse sorprender por cada rincón, disfrutar de sus parques, su gente y de una hospitalidad que convierte cada visita en una experiencia para repetir.